EL MALTRATO INFANTIL EN MI COMUNIDAD

El maltrato infantil es un problema complejo y devastador que afecta a niños y niñas en todo el mundo, y Tabasco, México, no es la excepción. Esta situación incluye violencia física, psicológica, abuso sexual, negligencia y explotación, factores que afectan profundamente la vida de los menores y su desarrollo. En Tabasco, el contexto social y económico, así como la falta de recursos y de apoyo en algunos sectores, contribuyen a la prevalencia del maltrato infantil. El maltrato infantil o abuso infantil es una tarea complicada, aunque existe un amplio acuerdo sobre la definición, plasmada en la Convención de los Derechos del Niño, ya que en ella coexisten diferentes perspectivas: psicológica, médica y sociológica.

1. Factores sociales y económicos
Tabasco enfrenta desafíos económicos que impactan a muchas familias, llevándolas a vivir en condiciones de pobreza y marginación. Estos factores contribuyen al estrés en el hogar, lo que en algunos casos deriva en comportamientos violentos. Además, en algunas comunidades, las normas culturales tradicionales minimizan el impacto de la violencia contra los niños, lo cual perpetúa el ciclo del maltrato El maltrato infantil es un problema complejo que surge de una combinación de factores sociales, económicos, culturales y psicológicos que afectan tanto a las familias como a la comunidad. A continuación, se detallan algunos factores sociales y económicos que suelen estar relacionados con el maltrato infantil:
Factores Sociales
1. Estigma y discriminación: Los niños de minorías étnicas o de familias inmigrantes pueden enfrentar un mayor riesgo de maltrato debido a prejuicios sociales, exclusión, o falta de acceso a servicios de apoyo.
2. Violencia doméstica: En hogares donde se observa violencia entre adultos, los niños tienen mayor probabilidad de ser víctimas de abuso, ya sea por exposición a la violencia o porque los adultos proyectan su agresión hacia ellos.
3. Falta de educación y habilidades de crianza: Los padres o cuidadores que no han recibido una formación adecuada en cuanto a crianza pueden recurrir a la violencia como método disciplinario o por falta de control emocional.
4. Aislamiento social: Las familias con poco apoyo de la comunidad o redes sociales limitadas pueden estar más propensas al estrés y la depresión, lo cual incrementa el riesgo de maltrato hacia los niños.
5. Abuso de sustancias: El consumo de drogas y alcohol en el hogar es un factor de riesgo significativo, ya que puede llevar a conductas impulsivas y negligencia hacia los menores.
Factores Económicos
1. Pobreza: La falta de recursos económicos y las tensiones relacionadas con la pobreza incrementan el estrés en los hogares y pueden llevar a formas de maltrato infantil, desde la negligencia hasta el abuso físico o emocional.
2. Desempleo y precariedad laboral: Las familias con trabajos inestables o desempleadas pueden enfrentar mayor inseguridad económica, lo que puede traducirse en tensiones emocionales y problemas de salud mental que afecten negativamente el trato hacia los niños.
3. Viviendas precarias y condiciones de vida: Las familias que viven en entornos inseguros o en condiciones de hacinamiento tienen menos recursos para proporcionar un entorno seguro y adecuado para los menores, aumentando el riesgo de negligencia.
4. Acceso limitado a servicios sociales y apoyo: En algunas comunidades, especialmente en zonas rurales o marginales, la falta de acceso a servicios de apoyo como salud mental, servicios sociales y educación hace que las familias no tengan el apoyo necesario para resolver problemas y, en consecuencia, el riesgo de maltrato infantil aumenta.
5. Inequidad económica y desigualdad social: Las diferencias de ingresos y oportunidades en la sociedad pueden generar frustración y estrés en las familias más pobres, exacerbando la tensión y el riesgo de maltrato.

El maltrato infantil suele tener raíces multifactoriales donde interactúan aspectos sociales y económicos. La intervención para reducir el maltrato debe abordar estas causas desde una perspectiva integral, proporcionando apoyo en áreas como la educación, servicios de salud mental, políticas de apoyo económico y fortalecimiento de las redes comunitarias. La reducción del estrés familiar y la mejora de las condiciones de vida son esenciales para mitigar los factores de riesgo asociados con el maltrato infantil.